Sitio espectacular para pasar unas vacaciones relajadas. La mujer que nos atendió súper amable y atenta. Llegamos un domingo y el lunes era festivo, osea que no había nada abierto esos dos días así que nos trajo una cesta preciosa con muchas cosas para desayunar esos dos días, increíble. Estábamos encantados. El sitio precioso y muy limpio todo, muy tranquilo y las barbacoas geniales con su mesita y sillas fuera. Tiene WiFi y la dueña siempre está disponible por si pasa algo. Admiten perritos. Precioso todo, como para volver siempre.