El porqué de dedicar una de nuestras pallozas al vino, sabia pregunta, pero a los desconocedores de nuestro entorno, hemos de decirle que aunque somos tierra de agua y de naturaleza, a esta tierra tuvo a bien la Diosa Mara Moura en distinguirla con el regalo da la rama de la vid y así comenzar una bonita historia vinculada al vino en nuestro territorio, que cuenta hoy con una de las denominaciones de origen más jóvenes y más galardonadas en los últimos años y que ha multiplicado por 10 la cantidad y la calidad de sus caldos.
Cuenta la comarca con 32 lagares rupestres, cultura viva del vino, algunos de ellos en buen estado y con excelente recuperación, consiguiendo que sea el enoturismo junto con la arqueología del vino uno de los motivos culturales por los que te podemos invitar a que nos visites.
Sobran razones para elogiar el vino, más, en nuestras tierras, donde desde la romanización este fue un elemento de trato y riqueza, así se puede contrastar en unas jornadas de recorrido por el entorno del territorio vitivinícola en el que nos encontramos enclavados, la comarca de Monterrey. Independientemente de la parte que le corresponde a lo lúdico y gastronómico, el vino, ha sido historia en esta tierra, no dejando de ser un elemento crucial en la vida de nuestras gentes en la edad media, de la que se conservan evidentes vestigios de su importancia en el comercio y en la recaudación de impuestos para los señores de la zona, siendo el mayor exponente la fortaleza de Monterrey, que domina desde su atalaya cual guardián de la historia a vista de pájaro, los viñedos modernos que en la actualidad han hecho del vino de esta comarca fuente de riqueza y prestigio, así que, como no comprometer una de nuestras pallozas con tal motivo y también con tal color.
Es cierto que aunque nuestros caldos más prestigiosos son los blancos, no es menos cierto que los tintos en estos últimos años han alcanzado unos niveles excelentes de producción y calidad, por tanto en su honor, hemos optado por el color purpura, Un purpura suave pero intenso que define el color del vino, color en otros tiempos reservado a emperadores o generales de prestigio en la antigua Roma, o a los príncipes en la Iglesia, siendo el color de las sedas más codiciadas, y por tanto más caras en la edad media, siendo además un color difícil de definir que permite la duda en múltiples tonalidades y así crear un ambiente siempre caprichoso al gusto de cada cual,
Es el vino el elemento identificativo de esta palloza pues su decoración, mobiliario y color, a tal hace honor, consiguiendo coparticipar humildemente en el ensalzamiento del mayor activo con el que cuenta hoy nuestra comarca y tratar ser una gota de vino más que llene el vaso del desarrollo sostenible y el despegue de nuestra tierra y nuestro rural tan querido pero tan vaciado, siendo un elemento pequeño, pero más, que evite su despoblación.
“IN VINO VERITAS…” en el vino esta la verdad.